En plena ola de frío polar, dotar a los trabajadores de los EPI adecuados es una medida preventiva importante frente a los riesgos derivados de las bajas temperaturas. Equiparse de buen calzado y prendas de protección evita muchos problemas provocados por el frío.
CALZADO
El uso de un calzado adecuado para bajas temperaturas evita las pérdidas de calor y contribuye a crear un microclima satisfactorio en el pie del usuario que le permite desarrollar su actividad sin riesgos.
Un buen calzado de seguridad tiene que:
- Aislar frente al frío, el viento y la humedad
- Permitir la transpiración y disipación de parte del calor que se genera al trabajar
- Posibilitar la cómoda realización del trabajo, no excediéndose en peso y volumen.
ROPA LABORAL
Para la realización de cualquier trabajo necesitamos una temperatura corporal estable , por lo que la elección de una combinación adecuada es la clave.
Además la temperatura de nuestro cuerpo aumenta al realizar una actividad a lo que nuestro cuerpo responderá activando el sistema de refrigeración: la transpiración (la evaporación del agua a través de la piel, el sudor).
Por ese motivo seguiremos “la regla de las tres capas”, una combinación de tan solo tres capas que será la que nos permita estar cómodos y secos durante nuestra jornada al aire libre.
ALIMENTACIÓN
Un factor muy importante y que pasa mas desapercibido es a la hora de alimentarnos. Deberemos seguir una alimentación rica en calorías y aumentar el consumo de bebidas templadas, sin cafeína y sin alcohol para no deshidratarnos.
Además de todos esos tips a la hora de prepararnos para el frío es recomendable realizar pausas en un lugar protegido y cálido para recuperarnos del frío y humedad del exterior.
Trabajar a bajas temperaturas constituye un riesgo para la salud por lo que es importante seguir estos sencillos consejos y extremar las precauciones.
Leave a Reply